En medio del debate sobre los impactos del libre comercio y la globalización, Johan Norberg ofrece una perspectiva positiva, basada en evidencia que demuestra que el orden espontáneo que se desarrolla a extramuros de los Estados, y que contrariamente a los temores de una que constituye una carrera hacia el abismo, los datos muestran un escenario distinto. Leer.

La realidad revela una tendencia general hacia mejores condiciones laborales y ambientales, especialmente en los países más integrados en la economía mundial. Se rechazan posturas sobre una supuesta competencia destructiva, señalando que los salarios han aumentado, los empleos son más seguros y el trabajo infantil ha disminuido. Además, se destaca que el infundado temor sobre las empresas que supuestamente buscan explotar a los países más pobres es falso, dado que sus inversiones tienden a aumentar la productividad y una mejora en las condiciones y normas laborales. 

A través de un análisis exhaustivo de los datos económicos y medioambientales, se desenmascara el mito de la carrera hacia el abismo. La investigación de Norberg y otros expertos muestran cómo el libre comercio impulsa la innovación y promueve la adopción de tecnologías más ecológicas en todo el mundo. En concreto, la globalización no representa una amenaza para los trabajadores ni para el medio ambiente, sino una oportunidad para el progreso humano. De manera que se expone a partir de las siguientes premisas:

• La idea de que el libre comercio desencadenaría una carrera hacia el abismo es un mito. En la era de la globalización, los salarios han aumentado, los empleos son más seguros y el trabajo infantil ha disminuido.
• Las empresas y los inversores no buscan los lugares más pobres para hacer negocios, sino que invierten sobre todo en países relativamente ricos. Cuando invierten en países pobres, su principal efecto es aumentar la productividad y las normas laborales.
• Tampoco hay una carrera a la baja medioambiental. Cuanto más ricos son los países, más protegen su medio ambiente, y el comercio acelera la transición a tecnologías nuevas y más ecológicas en todo el mundo.

En particular, se destacan los siguientes aspectos expuestos:

1. Mejora en las condiciones laborales. Contrario a la creencia popular, la globalización ha traído consigo una mejora significativa en las condiciones laborales. Los salarios han aumentado, los empleos son más seguros y el trabajo infantil ha disminuido.
2. Inversión en países relativamente ricos. Las empresas e inversores no buscan exclusivamente los lugares más pobres para hacer negocios. De hecho, invierten mayormente en países relativamente ricos, pues ello implica seguridad jurídica.
3. Efecto positivo en la pobreza. La globalización ha contribuido a reducir la pobreza extrema y moderada en todo el mundo, especialmente en países que se han integrado en la economía global. Esta reducción se ha observado incluso en medio de desafíos como la pandemia.
4. Impacto en la protección medioambiental. Contrario a la percepción de una carrera a la baja, los países más ricos tienden a proteger su medio ambiente de manera más efectiva. Además, la apertura económica y el comercio libre han acelerado la transición hacia tecnologías más ecológicas en todo el mundo.
5. La globalización como solución, no como problema. A pesar de los temores iniciales sobre una supuesta carrera hacia el abismo, la realidad demuestra que la globalización, es una fuerza positiva que eleva los estándares de vida en todo el mundo.

Es esencial reconocer que la globalización no es un fenómeno homogéneo; su efecto depende en gran medida de cómo se maneje a nivel político, económico y jurídico. Se trata de un proceso espontáneo, esencialmente positivo, cuyos beneficios serán más palpables en un sistema institucional que garantice la libertad y el desarrollo, a los efectos de que la evolución sea natural, acorde con la esencia humana, de lo contrario la globalización pierde su sentido y aparición en una realidad sujeta a cambios acelerados, en gran medida, impulsado por ella como efecto distintivo primordial.