La Ley de Recortes y Empleos Fiscales (TCJA), aprobada en 2017, marcó un cambio significativo en el sistema tributario de Estados Unidos al reducir impuestos individuales y corporativos, estimulando el crecimiento económico y la competitividad internacional. Sin embargo, esta ley tiene una vigencia limitada, y la mayoría de sus disposiciones expirarán en 2025. Este escenario plantea un desafío fiscal complejo, ya que extender estos beneficios sin ajustes al gasto sería insostenible. A medida que se acerca el precipicio fiscal, surgen diversas propuestas que buscan equilibrar la sostenibilidad económica con el crecimiento, destacándose el Plan Fiscal de Cato como una alternativa audaz y centrada en la eficiencia. Leer.
Sobre esa propuesta es necesario tener en cuenta lo siguiente:
- Impacto positivo inicial de la TCJA. Reducciones significativas en los impuestos corporativos e individuales generaron mayores niveles de inversión y salarios, reforzando la competitividad de Estados Unidos en el ámbito global.
- El desafío de 2025. La expiración de estos recortes amenaza con revertir avances económicos, a menos que se implementen medidas fiscales equilibradas que consideren tanto el gasto como los ingresos.
- Divergencia en las propuestas políticas. Desde la propuesta de Biden de aumentar impuestos a los más ricos, hasta la opción de Trump de extender los recortes y añadir aranceles, las soluciones reflejan prioridades opuestas con diferentes implicaciones económicas.
- Innovación del Plan de Cato. Este plan busca una reforma fiscal neutral en términos de déficit mediante la eliminación de lagunas fiscales, la reducción drástica de tipos impositivos y la simplificación del código tributario, promoviendo un entorno favorable al crecimiento económico.
- Contribución de otras instituciones. Organizaciones como la Tax Foundation proponen alternativas basadas en modelos exitosos, como el sistema fiscal estonio, y otros enfoques que equilibran el estímulo económico con la sostenibilidad fiscal a largo plazo.
La expiración de la TCJA en 2025 representa una oportunidad para repensar el sistema tributario de Estados Unidos hacia un modelo más sostenible y competitivo. Propuestas como el Plan Fiscal de Cato ofrecen soluciones audaces al priorizar la simplificación, la eficiencia y el crecimiento económico. No obstante, el éxito de cualquier reforma dependerá de la capacidad del Congreso para combinar estas ideas con medidas de control del gasto, garantizando un marco fiscal equilibrado y beneficioso a largo plazo. Esto no solo reforzaría la economía nacional, sino que también sentaría un precedente de gobernanza fiscal responsable y orientada al seguro desarrollo futuro.

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