The Economist en un artículo reciente se refirió a la obra de Keith Hayward intitulada Infantilized, mediante la cual se explora cómo la cultura occidental ha fomentado una generación de jóvenes menos maduros que los de épocas anteriores. Según Hayward, la cultura pop y la educación están contribuyendo a un fenómeno que llama infantilización, donde los jóvenes prolongan su adolescencia al evitar las responsabilidades de la adultez. Ejemplos como adultos disfrazados de personajes infantiles y la popularidad de actividades asociadas con la infancia, como saltar en fosos de pelotas o ver películas animadas, de superhéroes y afines, ilustran esta tendencia. Leer.
El concepto de mi verdad, utilizado a menudo para justificar creencias individuales, refleja un enfoque más subjetivo de la realidad que Hayward considera sintomático de esta inmadurez. En su análisis, también critica el sistema educativo, argumentando que está diseñado para proteger a los estudiantes de ideas perturbadoras, promoviendo la infantilización al no desafiar adecuadamente sus creencias o comportamientos. Las universidades y escuelas, en lugar de preparar a los estudiantes para el mundo real, presentan una visión simplista de la sociedad como una lucha entre oprimidos y opresores. Al respecto, destaco lo siguiente:
- La cultura pop como promotora del infantilismo. Se critica la glorificación de la inmadurez en películas como School of Rock y Ted, que presentan personajes adultos atrapados en comportamientos infantiles, o la tendencia de las franquicias de superhéroes a atraer a un público adulto que, según él, busca recrear la nostalgia infantil.
- Impacto de las redes sociales en el comportamiento. Las redes sociales viralizan comportamientos inmaduros, amplificando la percepción de que los adultos se comportan como niños. Hayward sugiere que la amplia difusión de videos y fotos contribuye a perpetuar esta imagen de infantilización.
- Desconexión de la edad adulta. A nivel global, los jóvenes tardan más en alcanzar hitos tradicionales de la adultez, como salir de casa, casarse o tener hijos. En Reino Unido, por ejemplo, la edad promedio del primer matrimonio ha aumentado una década desde los años 60, lo que coincide con el auge de la infantilización. En los países ricos ha habido una caída dramática en la proporción de personas que, a la edad de 30 años, han alcanzado los marcadores tradicionales de la edad adulta: dejar casa, volverse financieramente independientes, casarse, tener un hijo.
- Crítica a la protección en las instituciones educativas. Sostiene que las universidades protegen a los estudiantes de ideas “emocionalmente desafiantes”, lo que les impide enfrentarse a las realidades del mundo adulto. Como ejemplo, menciona la advertencia sobre el contenido de Peter Pan en una universidad escocesa, donde el libro fue considerado emocionalmente desafiante debido a sus supuestas perspectivas extrañas sobre el género.
- Incoherencia en el tratamiento de la juventud. Destaca una doble moral en el tratamiento de los jóvenes: mientras Greta Thunberg es vista como una autoridad moral a pesar de su falta de experiencia científica, otras jóvenes, como Shamima Begum (que se unió al Estado Islámico), son consideradas demasiado inmaduras para asumir la responsabilidad de sus acciones. Este trato incoherente refuerza la infantilización.
El análisis de Hayward sugiere que la infantilización es un síntoma preocupante de una cultura que ha perdido de vista los valores tradicionales de la adultez, como la independencia y la responsabilidad. Aunque presenta argumentos convincentes sobre la forma en que la cultura pop, el sistema educativo y las redes sociales contribuyen a este fenómeno, también pasa por alto factores clave que explican por qué los jóvenes postergan las responsabilidades tradicionales de la adultez. La necesaria extensión de la educación superior títulos para competir en el mercado laboral) y la situación socioeconómica parece ser un factor determinante que hacen que muchos jóvenes sigan estudiando y dependan económicamente de sus padres durante más tiempo, lo que podría no ser tanto una señal de inmadurez, sino una respuesta racional a las circunstancias. Sin embargo, esto último no justifica la mencionada infantilización.
Sobre este tema recomendamos la lectura de Laje, Agustín. Generación idiota. Una crítica al adolescentrismo. HarperCollins México, Ciudad de México, 2023 (ver).
Adicionalmente, para seguir discutiendo respecto al futuro de la cultura occidental y sobre el creciente daño y amenaza a los valores y su estilo de vida, creemos que vale mucho la pena oír y luego discutir un interesante capítulo del podcast London Real, que tuvo como invitado a Viva Freí, y que se grabó después del debate Trump-Biden, (ver), sobre el que destaco lo siguiente:
- Se conversó sobre la notable pérdida de vitalidad y del alarmante y remarcado desgaste mental de Joe Biden, quien no deja de alarmarnos sobre su salud mental cada vez que comparece ante el público, donde se nota perdido, confundido y fuera de lugar. Situación que lleva más de dos años y ya estamos habituados, al igual que preocupados.
- Según indican, es una situación que nadie cercano a él pudo ignorar o no notar, menos aún en esas apariciones públicas dónde es inocultable su estado físico y mental, pero ello es así debido a que simboliza la decadencia de Norteamérica y del sueño americano.
- Piensan que detrás de ello hay gente que se beneficiará y lo permiten como un mal necesario para la agenda política, pero los critican porque exponer a una persona en esas condiciones es simplemente malvado. Insisten en que Biden representa el fallecimiento de EEUU y más aún, del imperio americano y su influencia política y económica para gran parte del mundo. Lo que también puede significar, en algún modo, la caída de occidente.
- Se explica la realidad inmediata y los posibles procesos judiciales en ese país, por lo que se comentan precedentes interesantes que pueden ser decisivos si se juzgase lo que sucede o sucedió.
- Se discutió la censura en medios privados (redes sociales) como medidas de desinformación y para evadir temas que en ciertos círculos de poder (#Globalismo) no quieren que sea de conocimiento público, pues está en juego la reputación de empresas y personas que actualmente hacen mucho daño, al igual que los enemigos de occidente. No tienen contrapeso que los denuncie y los algoritmos y la censura los encubren perfectamente.
- Comentan la peligrosa situación política de Canadá, en dónde la ciudadanía teme al cada vez más poderoso Estado, represivo, promoviendo inmigración ilegal, eutanasia y abortos, la población está polarizada, hay miedo a ser opositor del gobierno, control del uso de internet, censura e impuestos cada vez mayores, etc. Creen que lo que está pasando debe servirnos de experiencia. Lamentan, por ejemplo, la represión desmesurada en contra de los transportistas hace unos años, lo que también nos hace recordar lo ocurrido con Jordan Peterson.

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