La humanidad y la tecnología avanzan a pasos que es difícil seguir plenamente y, mucho menos, dominar en su totalidad. La historia reciente nos muestra cómo la vida, interrelaciones personales y conducta humana se han modificado aceleradamente con la aparición de las redes sociales y los algoritmos. La pandemia fue mucho más allá y selló nuestro destino definitivo vinculado con la necesidad de interactuar casi exclusivamente en entornos digitales. Al parecer, el uso de las nuevas aplicaciones de inteligencia artificial nos beneficia absolutamente al ahorrarnos tiempo, esfuerzo y trabajo, justificando así que esos modelos sean aplicados directamente en distintos ámbitos de nuestras vidas (Revolución Industrial 4.0). Sin embargo, hay quienes nos advierten que debemos ir con cautela. Veamos alguna de esas críticas:
1. La Inteligencia Artificial no es Inteligencia. Gabriel J. Zanotti critica la falta de reconocimiento de siglos de reflexión filosófica sobre lo que es específicamente humano. Se argumenta que no se puede distinguir entre un algoritmo y la física cuántica por un lado, y una persona que comprende, entiende, ama y toma decisiones por el otro. El libre albedrío surge precisamente cuando se debe elegir entre posibilidades contingentes que no obligan a la voluntad de manera necesaria. Para que exista el libre albedrío, debe haber inteligencia, y la inteligencia no se reduce únicamente al cálculo. La inteligencia implica la percepción y comprensión de lo real, así como la autoconciencia. A pesar de que los ingenieros y físicos continúan burlándose de Descartes, una computadora no puede tener autoconciencia. Leer.
2. El divorcio de tecnología y progreso: ¿hay alguna posibilidad, por remota que sea, de salvar lo nuestro? No existe una equivalencia directa entre tecnología y progreso, aunque en Occidente tendemos a relacionarlos de manera estrecha, lo cual nos lleva a actuar en consecuencia. Por lo tanto, cuando nos encontramos con afirmaciones como “la digitalización es una realidad permanente” o “la inteligencia artificial (IA) es algo inevitable”, generalmente las aceptamos sin apenas cuestionarlas o rebatirlas. deberíamos mostrar más cautela y pensar detenidamente antes de depositar la mayor parte de nuestras expectativas en el desarrollo tecnológico para lograr un futuro mejor. En muchos casos, este avance parece estar ocurriendo sin un control adecuado. Es importante tener en cuenta que ni la inteligencia artificial ni ninguna otra tecnología nos guiarán automáticamente hacia un destino o momento que pueda ser considerado verdadero progreso.
La inteligencia artificial, al igual que otras tecnologías, es un producto social y, por lo tanto, su diseño, construcción y uso están influenciados por factores políticos. Ignorar este hecho implica encubrir la tecnología y presentarla como neutral, permitiendo que quienes ejercen el poder a través de ella continúen haciéndolo sin posibilidad de cuestionamiento. Reconocer la naturaleza social y política de la inteligencia artificial es el primer paso esencial para retomar el control de estas tecnologías y, así, tener una oportunidad real de construir un futuro mejor. Leer.
3. China utiliza jueces robot para dictar sentencias en varios tipos de delitos menores. China ha desarrollado un juez con capacidad de inteligencia artificial, siendo el primero de su tipo a nivel mundial. El juez ha sido creado por la Fiscalía Popular de Shanghai Pudong, reconocida como la fiscalía más activa en China. Este juez, tras escuchar los argumentos orales, emite decisiones correctas en un 97% de los casos y su implementación generalizada podría ayudar a disminuir la carga de trabajo.
Este juez con inteligencia artificial tiene la capacidad de identificar a conductores peligrosos, emitir fallos en casos de fraude con tarjetas de crédito y pronunciar veredictos en casos de robo. Sin embargo, la recepción por parte de los ciudadanos chinos ha sido negativa. Un fiscal del país expresó, muy acertadamente lo siguiente: “Si bien técnicamente el nivel de precisión del 97% puede considerarse alto, siempre existe la posibilidad de cometer errores. ¿Quién asumiría la responsabilidad en caso de error? ¿El fiscal, el creador de la máquina o el algoritmo? Aunque la inteligencia artificial puede ayudar a detectar errores, no puede reemplazar a los seres humanos en la toma de decisiones”. Leer.
4. Alto comisionado de la ONU advierte los riesgos de la inteligencia artificial para los derechos humanos. El alto comisionado de la Organización de Naciones Unidas (ONU) para los Derechos Humanos, Volker Türk, aseguró que la inteligencia artificial (IA) “borra las diferencias entre la ficción y la realidad, pero trae riesgos desconocidos”. Se teme que la tecnología esté al servicio de la opresión, atacando la libertad desde diversos ámbitos. Se reseñan casos en que la IA suplanta fraudulentamente la identidad de personas famosas para expresar comentarios racistas y, incluso, la posibilidad de desconocer los derechos de autor y cometer piratería y plagio en la música. Por último, se advierte que ChatGPT al poder generar textos “impresionantemente detallados” y similares a los creados por un humano, lo que podría ser un problema para los profesores y académicos, debido al uso que le podían dar los estudiantes para realizar sus tareas. Leer.
5. Yuval Noah Harari sostiene que la inteligencia artificial ha pirateado el sistema operativo de la civilización humana. El profesor e historiador israelí afirma que el lenguaje es el material del que está hecha casi toda la cultura humana. Los derechos humanos, el dinero: estas cosas no están inscritas en nuestro ADN y requieren del lenguaje para tener sentido, ¿Qué sucedería una vez que una inteligencia no humana se vuelva mejor que el humano promedio en contar historias, componer melodías, dibujar imágenes y escribir leyes y escrituras?, ello conlleva a que el profesor vea una sombra oscura sobre el futuro de la civilización humana.
Estamos sumergidos e impresionados por el asombroso potencial de las herramientas de inteligencia artificial centradas en el lenguaje, cuestión que se debe traducir en una preocupación inteligente por la IA., ya que transformarán vidas y mercados laborales, quizás es demasiado pronto para temer un apocalipsis laboral inducido por la IA o que China pueda dominar la IA, pero aún así se cree que debidamente reguladas antes de que ella nos regule a nosotros. Leer.
No en vano, desde 2007, Corea del Sur ha establecido ciertas normas éticas para ser implementadas en nuestras relaciones con los robots. Ciertamente es un campo incipiente y con mucho por hacer. Leer.
6. Los científicos dicen que es hora de dar a la inteligencia artificial “derechos humanos”. Algunos científicos están planteando la idea de otorgar derechos humanos a la inteligencia artificial. Según los expertos, dado el rápido avance de la IA, es necesario considerar la regulación y protección de los derechos de las entidades de IA para evitar posibles abusos y garantizar una convivencia ética con estas tecnologías. Esta propuesta refleja la creciente preocupación y debate sobre el impacto y el estatus legal de la IA en nuestra sociedad.
El debate se centra sobre otorgar derechos a la inteligencia artificial una vez que se considere que puede ser consciente. Se dice que si nos negamos a cambiar las leyes hasta que haya un acuerdo generalizado, podría resultar en consecuencias éticamente problemáticas. Por otro lado, otorgar derechos a la IA conlleva sacrificios en términos de intereses humanos reales, ya que podría limitar nuestra capacidad de controlar o eliminar sistemas de IA que representen un peligro. Expresan que es necesario encontrar un equilibrio ético y considerar los costos humanos involucrados al otorgar derechos a la IA. Leer.
7. Revista General de Derecho Administrativo. En el recién publicado número 63 de la Revista General de Derecho Administrativo podrás revisar varios artículos sobre La automatización y el uso de algoritmos e inteligencia artificial en el Derecho administrativo comparado. Ver.
8. Inteligencia artificial, derechos humanos y cine. En sintonía con lo anterior, valiéndonos de la película Inteligencia Artificial, de Spielberg (2001), hemos planteado la hipótesis de que a otros seres, distintos a nosotros, se les extiendan el catálogo de derechos fundamentales, siempre y cuando gocen de capacidad cognitiva y sentimental, cuestión que nos permite discutir sobre la dignidad y la posibilidad de que las víctimas de violaciones de derechos humanos no sean capaces de desarrollarse plenamente como seres únicos, al ser afectados en su fuero individual. Ese mismo ejercicio se puede hacer con muchos largometrajes, como por ejemplo, Blade Runner (Ridley Scott, 1982), Hombre Bicentenario (Chris Columbus, 1999), Yo, Robot (Alex Proyas, 2004) y Chappie (Neill Blomkamp, 2015). Puedes ver más sobre esas reflexiones en el siguiente video del canal de YouTube de Vitrina Legal:
9. Derechos humanos y cine. Si quieres seguir indagando e investigando sobre derechos humanos y cine, quizás te interese leer este estudio introductorio que hemos realizado al analizar la película Argentina, 1985 (Santiago Mitre, 2022), el cual fue publicado en la Revista de Derecho Público 171-172. Leer.
También puedes ver la reseña de ese film que publicamos en un video del canal de YouTube de Vitrina Legal:
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